El Capitán América y la Aventura del Escudo Perdido
En una tranquila mañana, Steve Rogers, conocido como el Capitán América, descubrió que su famoso escudo había desaparecido. “¡Sin mi escudo, no podré proteger a nadie!”, pensó preocupado.
Decidido a encontrarlo, pidió ayuda a sus amigos: un valiente niño llamado Max y su perrita Luna. “¡Vamos, Capitán! Juntos lo encontraremos”, dijo Max con entusiasmo.
Siguiendo pistas, llegaron al parque, donde encontraron a unos cuervos traviesos jugando con algo brillante. “¡Es mi escudo!”, exclamó el Capitán América. Pero los cuervos volaron llevándose el escudo a un árbol alto.
“Yo puedo ayudarte”, dijo Max. Con una cuerda y mucha valentía, Max trepó y recuperó el escudo. “¡Lo logramos juntos!”, dijo Luna, ladrando feliz.
El Capitán América sonrió. “Gracias, Max y Luna. No solo son valientes, también son héroes”.
Desde ese día, Max y Luna aprendieron que los héroes no siempre llevan capas, pero sí un gran corazón.